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España ante los retos del desarrollo urbano sostenible

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08 June 2017
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Tras décadas de construcción expansiva y una creciente desigualdad debido a la crisis de los últimos años, el país afronta los principales retos del desarrollo urbano sostenible e integrado a través de distintas políticas locales, estatales y europeas.

 

Tradicionalmente, el desarrollo urbano en España ha estado fuertemente ligado a la renovación de las infraestructuras básicas y la mejora del parque de viviendas. Esta dinámica tiene un importante impacto durante las décadas de 1970 y 1980, en las que operaciones como el Programa de Barrios en Remodelación constituyen un ejemplo de los procesos de erradicación del chabolismo y de sustitución y dignificación de los barrios más precarios y en peor estado.

Sin embargo, es durante la segunda mitad de la década de 1990 y la primera de 2000 cuando empieza a aparecer una concepción más explícita de desarrollo urbano sostenible. Si bien se trata también de un periodo en el que las políticas de sostenibilidad urbana tienen aún un papel subsidiario respecto del desarrollo urbano tradicional –de carácter expansivo–, empiezan a adquirir mayor protagonismo los conceptos de regeneración y revitalización urbana, estableciendo una mirada social y ambientalmente responsable sobre la ciudad consolidada.

Empiezan a surgir así iniciativas como las Áreas de Rehabilitación Urbana y los Planes de Vivienda desde el ámbito estatal y autonómico; de estas últimas destaca la Ley 2/2004 –comúnmente conocida como Ley de Barrios de Cataluña– y otras iniciativas semejantes en País Vasco –programa IZARTU– o Baleares. Igualmente, proyectos como el Plan de Transformación del barrio de la Mina, el Ecobarrio de Trinitat Nova, el Programa de Rehabilitación Integral del Casco de Zaragoza o el Programa Agenda 21 Local –implantado en casi un tercio de los municipios de España, si bien con una implementación posterior desigual– suponen las primeras referencias de proyectos vinculados al desarrollo urbano sostenible desde una perspectiva multidisciplinar, combinando tanto las intervenciones físicas como la implementación de programas de índole social y económica, así como una visión sobre los retos ambientales que deben afrontarse a escala local.

A estas iniciativas hay que sumar los proyectos de desarrollo urbano sostenible vinculados a los Fondos FEDER, de manera piloto a finales de la década de 1980 y con mucha mayor intensidad a través de la implantación de los Programas URBAN I y II, las posteriores Iniciativas Urbanas, la creación de la Red de Iniciativas Urbanas para el periodo de fondos 2007-2013 y las actuales Estrategias DUSI. A estos se sumó en el periodo 2000-2007 el propio programa URBACT. Se trata en realidad de las iniciativas de desarrollo urbano sostenible que han tenido una incidencia más extensiva.

Gracias a estas y otras iniciativas el desarrollo urbano sostenible encuentra a día de hoy mucha mayor implantación que en décadas anteriores. Ejemplo de ello es el Sistema Municipal de Indicadores de Sostenibilidad Urbana y Local o la reciente aprobación de la Estrategia española de sostenibilidad urbana y local, que supone un marco de directrices y criterios a aplicar desde el ámbito local.

Sin embargo el ya mencionado proceso de expansión urbana experimentado en España durante las últimas décadas hace que las políticas de desarrollo urbano sostenible tengan aún mucho camino por recorrer. El proceso de crecimiento acelerado de los entornos urbanos –que se inicia en la década de 1980 y se acelera durante los años noventa hasta el inicio de los crisis de 2007– ha generado entornos urbanos con notables deficiencias en cuestiones de calidad urbana, de integración social y del impacto que las ciudades generan sobre el medio.

Es por ello importante que las ciudades hagan frente a algunos de los principales retos que se les presentan:

  • La desigualdad creciente que se manifiesta en los entornos urbanos en una segregación espacial de la población, concentrada en áreas urbanas por lo general aisladas, deficientemente equipadas y con bajos estándares de calidad urbana.
  • La modificación de los hábitos cotidianos relativos a la movilidad, el consumo y la utilización de recursos que generan importantes impactos ambientales y reducen a su vez la calidad de la vida urbana.
  • La rehabilitación y mejora de las infraestructuras y edificaciones existentes frente a la nueva construcción y el consumo de suelo, volviendo la mirada hacia la ciudad existente y apostando por la rehabilitación del parque edificado y la recuperación del patrimonio.
  • La recuperación de modelos más equilibrados de relación entre lo natural y lo urbano, tanto a través de operaciones de renaturalización de las ciudades que ayuden a mitigar y adaptarse a los efectos del cambio climático como de estrategias que apuesten por reducir el consumo de nuevo suelo, facilitar la transición urbano-natural y por incorporar las infraestructuras verde y azul como un elemento prioritario de la planificación urbana.

Estas y otras cuestiones constituyen importantes retos para las ciudades españolas, pues requieren de recursos, convicción y de un amplio compromiso a nivel social e institucional. Pero son sin duda pasos necesarios para reconducir nuestro modelo de desarrollo, y es importante hacerlo a través de políticas locales, estatales y europeas. En este punto, URBACT –programa de aprendizaje e intercambio que promueve el desarrollo urbano sostenible a lo largo de Europa– supone una gran herramienta para encarar estos desafíos urbanos, utilizando los recursos y los conocimientos técnicos con el objetivo de fortalecer la capacidad de las ciudades para ofrecer estrategias y acciones urbanas de carácter. Y España, en la actualidad, es uno de los países con mayor actividad en las redes y convocatorias URBACT.

(2016) Mercado de las Armas, Ferias en Zaragoza [fotografía].

Recuperado de Red Aragón: http://redaragon.elperiodicodearagon.com/agenda/fichaevento.asp?id=82330